El cliente deseaba transformar un espacio diáfano en un salón y baño con auténtico encanto mallorquín. Propusimos un diseño que realzara la esencia mediterránea, utilizando materiales tradicionales y acabados artesanales. Las paredes se revistieron con barro blanco, creando una textura cálida y natural. El techo se dejó al descubierto, mostrando las vigas de madera originales, que fueron restauradas para mantener su carácter rústico. El baño se diseñó como un oasis de tranquilidad, con una ducha de obra revestida de tadelakt y una pila de piedra natural. El salón se amuebló con piezas de madera maciza y textiles de lino, creando un ambiente acogedor y relajante. Detalles como la iluminación cálida, las lámparas de cerámica y los suelos de terracota completaron el proyecto.

El objetivo principal de esta reforma fue crear un espacio que evocara la esencia de la arquitectura mallorquina, fusionando tradición y confort moderno. Buscamos resaltar la belleza de los materiales naturales y crear un ambiente que invitara al relax y la desconexión. La reforma se realizó con sumo cuidado, respetando la historia del edificio y utilizando técnicas artesanales para lograr un resultado auténtico y duradero.

Un espacio renovado que captura la esencia del estilo mallorquín, fusionando la calidez de los materiales naturales con el confort moderno, creando un ambiente único y acogedor